Cambridge English, una de las instituciones referentes de la enseñanza del inglés, analiza los errores más frecuentes en los métodos de estudio de este idioma.

Uno de los objetivos de muchos al comenzar este nuevo curso será ponerse al día con el inglés y superar ese nivel que parece infranqueable. Expertos de Cambridge English Language Assessment, un departamento sin ánimo de lucro de la Universidad de Cambridge, han estudiado los errores que muchos estudiantes cometen repetidamente en sus métodos de estudio y que son un obstáculo para experimentar dicho avance.

Estos profesionales han analizado los errores más recurrentes en los métodos de estudio de inglés y han llegado a una serie de conclusiones en las que reúnen varios consejos para avanzar sin obstáculos en todas las áreas del lenguaje a la hora de preparar un examen, así como en el uso diario del inglés, y evitar el temido estancamiento.

  • Aprender a revisar el trabajo

Es lo que destacan como “la regla de oro que muy pocas veces se cumple”. Releer los ejercicios una vez finalizados es fundamental para detectar aquellos fallos inconscientes que ya habían sido señalados en el pasado y que, por lo tanto, ya sabemos.

Un truco para ayudar a revisar por errores ortográficos y gramaticales sencillos en textos escritos es de volver a leer el texto hacia atrás, empezando por el final. Esta técnica, aunque pueda parecer rara, nos obliga a fijarnos en cada palabra de una manera que no hacemos cuando leemos normalmente.

  • Corrección entre iguales

Que el profesor indique los errores es algo bastante fácil pero ¿qué ocurre cuando los alumnos se intercambian los trabajos con el objetivo de corregirlos? Entonces se desarrolla un espíritu crítico que va a servir para mirar de otra manera nuestros propios ejercicios y tener más cuidado la próxima vez. Si no tenemos otro estudiante a mano, una buena idea es dejar pasar un par de días y retomar el texto con dicho espíritu crítico activado.

  • Abordar el writing

Con el reloj corriendo en contra del alumno, la tentación es leer la pregunta o el tema propuesto y ponerse a escribir sin más. Esto es un grave error ya que si se piensa qué decir al mismo tiempo que se escribe, lo más seguro es que la corrección en las estructuras gramaticales pase a un segundo plano.

Por ello, los expertos proponen organizar a través de un esquema el contenido del texto y, cuando tengamos las ideas claras, plasmarlas en el papel prestando atención al uso de la gramática y del vocabulario más adecuado. Lejos de ser tiempo perdido, es garantía de éxito.

  • Un speaking que no “suene a indio”

A la hora de hablar, es posible que se cometan errores que dificulten la comprensión de lo que queremos decir, o que hacen nuestro discurso menos fluido. En ocasiones dichos errores son de pronunciación, pero más frecuentes son los errores en estructuras o en el lenguaje utilizado.

Aunque el objetivo principal de la comunicación es hacerse entender, y en una conversación cara a cara se pueden subsanar fácilmente, estos errores pueden resultar ser un problema cuando la aspiración sea obtener una acreditación de un determinado nivel de inglés hablado.

El primer paso para hablar bien es realizar una escucha activa que nos permita interiorizar las expresiones y estructuras habladas. El segundo, tomar conciencia de los errores al hablar, especialmente si son recurrentes, y esforzarse en corregirlos. Una práctica útil es grabarse cuando habla inglés y escucharse de forma crítica.

  • Leer, escribir y escuchar: la fórmula del éxito

Las fórmulas mágicas para aprender un idioma no existen, adquirir un nivel adecuado para comunicarse con efectividad en entornos laborales y académicos requiere de tiempo, esfuerzo, y revisión constante.

Los recursos digitales son herramientas muy útiles para mejorar de forma amena y útil aquellos aspectos de la lengua que más se resisten, se puede usar en el entorno del aula y como refuerzo del trabajo en casa. “Se trata de un trabajo en el que la constancia y la atención son muy importantes”, concluyen los expertos.