Cursos de idiomas por videoconferencia

La educación online ha venido para quedarse. La pandemia de COVID-19, que ha obligado a  Estados de todo el mundo a confinar en sus domicilios a la población. Las escuelas han sido cerradas en todo el mundo y más de 1.200 millones de niños han visto como las aulas se han trasladado a sus domicilios para continuar con su formación.

 La educación y la enseñanza de idiomas han cambiado para siempre con el e-learning (la formación online o teleformación), que permite la enseñanza de idiomas de forma remota a través de plataformas digitales.

 Estos cambios parecen haber llegado para quedarse y es que, además, distintos estudios arrojan que el estudio de idiomas online aumenta la retención de los conocimientos aprendidos.

 Antes de la llegada del COVID-19 el crecimiento de la enseñanza de idiomas online ya era exponencial y muchas escuelas, como Kells School, ya habíamos introducido cursos de idiomas online de inglés, francés, italiano, español y alemán. Cursos en los que el alumno planifica su tiempo adaptando la formación online de un idioma a su día a día, obteniendo así el máximo rendimiento del curso que realiza, pudiéndolo complementar con las clases presenciales o por videoconferencia en la denominada formación Blended Learning.

 Los cambios que hemos vivido en apenas dos meses nos auguran una educación híbrida en la que la educación online se convertirá en un componente más de la educación escolar y esto es algo que afectará a todos los ámbitos educativos, incluido el de la formación de idiomas.

 La formación de idiomas online permite que los profesores puedan comunicarse con sus alumnos a través de múltiples canales: chats y videoconferencias, compartir documentos, realizar video llamadas. Todas estas formas de comunicación permite el desarrollo de habilidades muy necesarias en el aprendizaje de un idioma. En los chats, los profesores pueden realizar un seguimiento de la redacción del alumno y con las videoconferencias se sigue fomentando la comunicación oral. La oferta de contenido en diversos formatos, vídeo, texto o audio, permite que el alumno pueda leer textos, escuchar audiolibros o ver películas, eligiendo los soportes que mejor se adaptan a sus rutinas o con los que obtienen mejores resultados.

 La formación online ofrece mayor flexibilización en el proceso de aprendizaje, favorece la autonomía del alumnado y le obliga a ser activo y a organizar su tiempo de manera óptima.

Clases de idiomas por videoconferencia en SantanderOtra de las ventajas que se observan en el alumnado que opta por el e-learning es el compromiso. El aprendizaje electrónico involucra a las personas de una manera distinta al presencial. Algunas investigaciones en este sentido hablan de que los estudiantes retienen entre un 25 y un 60% más los conocimientos aprendidos.

 Lo que está claro es que, para obtener el máximo beneficio tanto de la formación presencial como de la formación online, es preciso que se favorezcan herramientas de colaboración y de participación que promuevan entre los alumnos la inclusión, personalización y adaptación a los distintos grupos de edad. Un ejemplo de ello es que la integración de juegos, por ejemplo, demuestra un mayor compromiso y motivación hacia el aprendizaje entre los estudiantes más jóvenes, provocando una gran implicación en la formación.

 Además, las plataformas e-learning implementan inteligencia artificial, aprendizaje automático y análisis big data, que ayudan a mapear los patrones de aprendizaje de los alumnos, analizándolos y creando tablas de progresos que permiten hacer un  seguimiento de la evolución del alumno, sus fortalezas y debilidades.

 Este siglo ha comenzado dando una buena sacudida a todos los niveles, incluida la educación, que requiere adaptarse y fomentar las habilidades de los alumnos. La apuesta por una educación híbrida, que conjugue todos los beneficios expuestos de la teleformación con la formación presencial, en un espacio físico, con la sensación de formar parte de un grupo, las miradas y gestos, son una oportunidad para llevar a cabo una revolución en la manera de enseñar.

 Esta pandemia, como todos los acontecimientos mundiales, suelen ser un punto de inflexión para la innovación. Comercio electrónico y formación online son las apuestas de este momento. Si algo ha quedado claro es la importancia de poder difundir el conocimiento más allá de las aulas, ahora nos compete a todos explorar todo su potencial.