Muchos estudios y profesionales han corroborado que la primera infancia (incluso antes del nacimiento) es el mejor momento para aprender nuevos idiomas. Asimilar un segundo idioma es más fácil y beneficioso para los más pequeños, ya que durante los cuatro primeros años de vida cuando se generan más conexiones neuronales y somos capaces de absorber más información.

El cerebro es un órgano que funciona a base de conexiones neuronales y los idiomas, como todo, se basan en establecer determinadas conexiones que deben fortalecerse concon entrenamiento constante para que no se olvide lo aprendido hasta el momento. Por ello, es también una etapa en la que si los idiomas que se están estudiando no se practican con frecuencia, se pierden.

Llegan las vacaciones de Semana Santa y, pese a que los niños tienen que disfrutar de los días libres y desconectar de la rutina de las clases, es recomendable encontrar un rato libre para continuar practicando inglés. «No se trata de arruinar sus vacaciones con deberes extra ni clases particulares, sino de intentar incorporar en su día a día el aprendizaje de la lengua inglesa, mediante actividades o recursos que pasen desapercibidos, pero sin embargo, sean efectivos», señala una profesional vinculada a una app infantil de aprendizaje de idiomas.

Algunas recomendaciones:

  1. Cambiar el idioma de los dispositivos tecnológicos (tablets, videoconsolas, reproductores…) al inglés: Hoy en día los niños dedican mucho tiempo a la tecnología y, aunque probablemente se sepan ya de memoria los pasos que tienen que seguir para utilizarlos, es un buen recurso para que visualicen palabras y frases en el nuevo idioma.
  2. Hablar a los niños en inglés: Se puede probar con frases sencillas relacionadas, por ejemplo, con saludos, con la casa o la escuela. O introducir frases y palabras relacionadas con actividades de ocio o con la comida.
  3. Escuchar música y ver películas o series en inglés: es un recurso muy típico, pero es que realmente funciona. Ellos elegirán su peli o serie favorita, y un adulto se encargará de poner el idioma en inglés y los subtítulos en español. ¡Sólo faltan las palomitas!
  4. ¡Te toca a ti hablar inglés!: algún día, como plan diferente, se puede proponer a los niños jugar a algún juego en inglés. Habrá risas aseguradas y, sin quererlo, estarán practicando un montón de vocabulario y expresiones que quizás creían olvidadas.
  5. Practica con nativos: no siempre es fácil encontrar personas extranjeras viviendo en tu entorno, pero existen grupos y apps que ponen en contacto a personas interesadas en estos intercambios.

¡Ya no hay excusas para practicar el inglés estas vacaciones!