Desmontando mitos sobre el aprendizaje de idiomas

El mundo globalizado en el que vivimos, donde las comunicaciones con personas de cualquier parte del mundo son cotidianas, el aprendizaje de idiomas es una tarea esencial para todos. Si quieres aprender un idioma, ya sea inglés, alemán, francés, o italiano, debes comenzar a estudiar y practicar sin tener en cuenta los mitos sobre aprender una segunda lengua.

Conocer otros idiomas es imprescindible para estudiantes y profesionales ya que, además poder comunicarnos con personas de todo el mundo, ampliará las posibilidades de conseguir un empleo o mejorar el que tenemos, y siempre contribuirá a nuestro enriquecimiento cultural.

Dada la alta demanda de alumnos que quieren aprender un nuevo idioma, hay miles de métodos, individuos y academias que ofrecen distintas herramientas y “milagros” para el aprendizaje con el único fin de aprovecharse económicamente de las personas que quieren aprender. Algunos prometen resultados imposibles en tres meses, mientras otros aseguran que no es posible hablar bien una lengua si no vivimos en el país nativo. Estos son sólo algunos de los mitos que existen en torno al estudio de un nuevo idioma.

Antes de empezar a estudiar una lengua, tendremos que tener en cuenta algunos de los mitos que existen en torno al aprendizaje de idiomas y desmontarlos.

Soy muy mayor para aprender un nuevo idioma

Es cierto que los niños y jóvenes tienen una mayor facilidad para aprender idiomas, al igual que sucede con otros tipos de conocimiento, pero eso no tiene nada que ver con que las personas mayores no puedan aprender. Es cierto que los adultos tienen más obligaciones y preocupaciones, y no disponen en muchos casos de tiempo suficiente o de la misma capacidad de concentración. Sin embargo, la capacidad de aprendizaje es la misma y, cada uno dentro de sus posibilidades, asimilará en más o menos tiempo las reglas gramaticales, el vocabulario y la pronunciación de una lengua no conocida. ¡A por ello!

Si hago un curso de idiomas ya tendré suficiente

Es fundamental tener una base teórica a través de un curso en una academia u otro tipo de institución, pero los métodos y docentes de los lugares a los que acudamos a aprender un idioma deben poner en práctica lo aprendido a través de conversaciones y lecturas, como hacemos en Kells School.

Para aprender la lengua de un país hay que vivir allí

Si bien nunca está de más viajar y visitar un país donde se hable el idioma que aprendes, también es posible hacerlo aunque nunca viajes. Puedes ver por Internet diferentes medios de comunicación en la lengua que aprendes o descargarte conversaciones de hablantes nativos, e incluso tener un amigo por correspondencia con quien conversar, ya sea de manera escrita u oral, un tándem, o simplemente acudiendo a clases específicas para practicar la conversación.

“El método de las mil palabras es suficiente para salir del paso”

Se trata de uno de los grandes mitos en torno al aprendizaje de lenguas: con una cantidad limitada de vocabulario ya se puede conocer y hablar un idioma. Por supuesto que esto es falso. El vocabulario ayuda a entender el idioma y a manejar una conversación sencilla en algunas situaciones de la vida cotidiana, pero no es suficiente para saberlo con corrección y para aplicarlo a largo plazo, mucho menos en el contexto profesional especializado.

“Puedo aprender en unos meses de forma intensiva”

Debido al gran interés por aprender diferentes idiomas, han surgido numerosos cursos de pocos meses. Esto ha creado la falsa idea de que con un programa de tres o cuatro meses se puede aprender una segunda lengua de manera sencilla. En realidad, los estudiantes necesitan una serie de horas de estudio semanales y durante un tiempo prolongado para adquirir un nivel avanzado, sea cual sea el idioma. A un adulto puede llevarle al menos 5 años el aprendizaje de un idioma para poder manejarlo con fluidez.